El tenista español Rafael Nadal no actuará el viernes en las semifinales del Abierto de Wimbledon 2022, que se disputará en Londres, Inglaterra, porque sufrió una lesión abdominal y eso lo forzó a retirarse el jueves de la competencia.
La dolencia truncó la posibilidad de que Nadal, poseedor de 22 títulos de Grand Slam en su carrera, complete el cuarteto de cetros en Majors en la temporada 2022, pues previamente se consagró en los Abiertos de Australia y Roland Garros. A sus 36 años, se enfocará en recuperarse para intervenir en el Abierto de Estados Unidos que arrancará en agosto en Nueva York.
Con su inesperada salida, el australiano Nick Kyrgios, verdugo del chileno Cristian Garín en cuartos de final, selló su boleto a la Gran Final, en la que retará al vencedor de la única semifinal que se celebrará este 8 de julio y será protagonizada por el serbio Novak Djokovic y el británico Cameron Norrie.
La decepción de Nadal
Nadal, quien atesora 92 gallardetes de torneos del Tour de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), no ocultó su decepción por abandonar la cita más importante que se efectúa en canchas de césped.
«No quería retirarme en medio de unos cuartos de final y por eso ayer (miércoles) aguanté. Encontré la manera de acabar el partido contra el estadounidense Taylor Fritz y estoy orgulloso, pero una vez finalizado ese tope he pensado la decisión y ésta es la mejor para mí y para mi futuro. Debo salir de Wimbledon, para poder continuar mi carrera», explicó Nadal a France 24 durante una rueda de prensa en el All England Club.
«No puedo imaginar ganar dos partidos con este dolor. Para mí, lo más importante es la felicidad y no el título, aunque todos saben cuánto esfuerzo pongo en esto, ya que no puedo arriesgarme a estar fuera del deporte de dos a tres meses”.
Más palabras del deportista
Nadal, quien trataba de completar un Grand Slam en un año calendario -algo que no se da en la gira de la ATP desde que lo hizo el australiano Rod Laver en 1969-, admitió que ahora mismo su prioridad es extender su vida útil en las canchas y no puede arriesgarse a sufrir una dolencia que marque su retiro definitivo de la disciplina.
«Mi experiencia con este tipo de lesiones ya es muy larga y como ya me pasó en 2009 en el US Open (Abierto de Estados Unidos) y en otras ocasiones, es mejor parar (…) No me puedo jugar lo que me queda de carrera”, agregó Nadal, quien sobrepasó las 1.000 victorias en la ATP y aprovechará la pausa obligada para reflexionar sobre su futuro.
«No estoy feliz, evidentemente, pero mañana (viernes) lo veré todo de otra manera. Yo suelo ser una persona que mira las cosas buenas y malas. Mirando la balanza, no puedo quejarme porque he disfrutado todo lo que he podido y no es momento de lamentarse».
Escrito por: Joseph Ñambre
Foto: ATP
