Cobreloa, club que sigue activo rumbo al inicio de los torneos de 2025 anunció el fichaje de otro refuerzo, el delantero venezolano Rafael Arace, quien viene de militar en Deportivo La Guaira.
La información fue dada a conocer por los loínos, a través de las redes sociales: «Bienvenido a Cobreloa, ‘Torero’!. Estamos muy felices de anunciar que Rafael Arace, el ‘Torero’, es oficialmente nuevo jugador de Cobreloa. El futbolista venezolano fue capitán de Deportivo La Guaira, anotó ocho goles y dos asistencias. Arace es un jugador de experiencia con llegada al gol, pudiendo jugar de extremo y media punta, sin duda un futbolista que garantiza liderazgo dentro del plantel».
Cobreloa quiere reinar
Hay que resaltar con las diferentes incorporaciones los mineros buscarán batallar para triunfar por segunda vez en su historia en la categoría de plata, posterior a consagrarse en 2023, y ahora fortalecen su ataque con el venezolano de 29 años, quien afrontará su tercera experiencia en Chile, tras ser parte de Unión Española (21 de agosto de 2019-30 de junio de 2020) y Coquimbo Unido (9 de noviembre de 2020-25 de febrero de 2021), aunado a jugar en su país natal con Deportivo Petare (1 de enero de 2013-31 de diciembre de 2016), Caracas FC (1 de enero de 2017-31 de diciembre de 2018, 1 de julio de 2020-8 de noviembre de 2020), Aragua FC (1 de enero de 2019-19 de agosto de 2019, 26 de febrero de 2021-4 de enero de 2022), Deportivo Táchira (5 de enero de 2022-31 de diciembre de 2022) y su ruta con Deportivo La Guaira.
Rafael Arace cuenta con 256 partidos disputados en su trayectoria futbolística profesional con 33 goles y 25 asistencias.
Lo próximo
Vale detallar que los zorros del desierto que continuarán bajo la dirección técnica de César Bravo buscarán obtener un nuevo título, aunque principalmente la meta está fijada en lograr el ascenso a la categoría máxima lo más pronto posible, y en base a ello contará con un plantel con nueve refuerzos hasta ahora sin descartar que puedan hacerse con los servicios de otras piezas.
Escrito por: Tomás Rincón