A los 36 años de edad, Novak Djokovic permanece vigente en el mundo del tenis, al punto de que el domingo se acreditó, por tercera vez en su carrera, el Trofeo de Los Mosqueteros, que se le otorga al monarca de la rama masculina en el Torneo Roland Garros, un abierto que se disputa en Francia y forma del Grand Slam.
En la cancha Philippe Chatrier de París, Francia, el serbio dio cuenta en tres sets (7-6, 6-3 y 7-5) de Casper Ruud, un noruego con el que disputó la Gran Final del evento sobre tierra batida que resultó doblemente especial para el balcánico porque con ese triunfo desplazó al español Carlos Alcaraz del puesto número uno del ránking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y, de paso, llegó a 23 cetros en Majors, la máxima cantidad en la historia del deporte blanco.
El reciente éxito en suelo galo, le permitió romper la igualdad que tenía con el ibérico Rafael Nadal quien logró 22 títulos de Grand Slam y se ausentó de la cita parisina por lesión. El ya retirado Roger Federer, de Suiza, totalizó 20 copas en los máximos torneos de la ATP, para ocupar la tercera casilla del selecto listado.
Satisfacción absoluta para Djokovic
Djokovic conversó el lunes con el departamento de prensa de la ATP, tras oficializarse su vuelta al sitial de honor del ránking mundial, algo que ocupado por 388 semanas no consecutivas para fijar una plusmarca planetaria, y aseguró que todavía no ha saciado su sed de triunfo.
«Obviamente un Grand Slam es un Grand Slam y ganar siempre es la meta. Creo que mi historia no ha terminado y quiero seguir en lo más alto de mi deporte», expresó el atleta que atesora 10 gallardetes del Abierto de Australia -incluido el de 2023-, siete de Wimbledon y tres del Abierto de Estados Unidos, las otras diademas de Majors que ostenta.
«Los eventos de Gran Slam son los cuatro torneos más importantes de nuestro deporte. Todo jugador sueña con estar en esta posición y ganar el trofeo al menos una vez en su carrera. Soy más que afortunado en mi vida por haber alzado copas en estos eventos durante 23 veces, es una sensación increíble”.
La búsqueda del serbio
Djokovic apunta a buscar más proezas en el resto de una carrera que parece lejos de acabar, pues logró 11 de sus 23 diademas en Majors después de cumplir la treintena de años.
Su próximo objetivo será imponerse en Wimbledon, la justa más importante sobre césped que se efectúa en Inglaterra, para mantener viva la posibilidad de completar el Grand Slam en un año calendario.
Eso le permitiría llegar al Abierto de Estados Unidos -que se realiza sobre superficie dura- con chance de anexar un nuevo éxito a su currículo. Piensa que debe lograr esa meta para consolidarse como uno de los mejores exponentes de la ATP en todos los tiempos. Aclaró que encarará cada competición con humildad porque no desea pecar de irrespetuoso al creer que es superior a otras luminarias como Nadal y Federer, a quienes considera leyendas vivientes y por las cuales siente mucha admiración.
«Declararme el mejor de la historia sería una falta de respeto para otros tenistas y deportistas. Simplemente soy alguien que cumplió sus sueños al jugar tenis y deseo hacerlo por mucho tiempo más», expresó a La Vanguardia.
Escrito por: Joseph Ñambre