Vanessa Arauz, asistente técnica del entrenador Ronnie Radonich en el club femenino de Primera División de Universidad Católica, se siente feliz por tener el chance de trabajar en la liga más importante de las organizadas por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), que se iniciará próximamente.
A juicio de la ecuatoriana, trabajar en el certamen chileno le permitirá crecer como preparadora, con el fin de tener más sabiduría al momento de tomar el control de un equipo de cualquier país en el futuro. Ese es su mayor de deseo, sobre todo, después de ser directora técnica de la selección de Ecuador.
«Estoy súper feliz de estar acá en un nuevo reto. Formar parte de Universidad Católica, me hace sentir un orgullo bastante grande por lo que significa el club, sus valores y lo que me han explicado en este tiempo. Espero ayudar a que el equipo sea muy exitoso este año», dijo el sábado la meridional al departamento de prensa de La Franja, luego de un entrenamiento en el complejo Raimundo Tupper, ubicado en la Comuna Las Condes de Santiago.
El análisis de Arauz
Arauz, de 33 años, ya evaluó a las futbolistas de la oncena religiosa durante varios días y considera que todas poseen mucho talento, al punto de que vaticina de que pueden ser exitosas en la próxima liga.
Espera que las porteras, defensoras, mediocampistas y delanteras puedan evolucionar gracias al trabajo continuo en los ensayos, pues no conoce otra manera de alcanzar la excelencia, que es necesaria para competir por el cetro.
«Es un grupo muy bonito. Hay muchas cosas por trabajar, pero se nota que Católica posee un proyecto con mucha progresión y eso es lo que más motiva. Este año va a ser importante y la idea es seguir trabajando para que el desarrollo se pueda ver, poco a poco, hasta conseguir los triunfos que tanto queremos».
Un reto para la ecuatoriana
Arauz aceptó la propuesta de Universidad Católica porque siente que representa un verdadero desafío, pues en esta competición el elenco capitalino no es un candidato de primer orden para quedarse con el gallardete, más bien parece un animador, algo que la obligará a laborar al máximo para elevar el nivel de la agrupación en corto plazo.
Espera que tanto ella como Radonich puedan diseñar los sistemas tácticos ideales para que Universidad Católica sea muy competitivo en un curso 2022, en el que pretende destronar a Universidad de Chile, monarca de la justa anterior que acabó con la hegemonía de Santiago Morning que ganó las citas disputadas en 2018, 2019 y 2020.
«Ser parte de un proyecto que busca proyección y evolución representa un reto. Entender que los preparadores podemos ser parte de ayudar a Católica es importante. Lo aceptó porque quiero colaborar a que el club progrese a lo largo de un proyecto estable. Deseo que sea un gran año y que se puedan cumplir todos los objetivos que nos vamos trazando y que la oncena tenga un avance real».
Escrito por: Joseph Ñambre
Foto: Prensa Universidad Católica